Las provincias de Pomabamba, Mariscal Luzuriaga y Carlos Fermín Fitzcarrald se encuentran incomunicadas por las intensas lluvias que están cayendo sobre el Valle de los Conchucos.
Este acontecimiento como consecuencia de la madre naturaleza que les esta tocando vivir a las tres provincias en la zona de los Conchucos se agrava ya que los productos de primera necesidad están aumentando exageradamente sus precios.
Las personas que tienen la necesidad de viajar lo tienen se ven obligados a realizar transbordos hasta en tres oportunidades, sorteando un sin número de riesgos.
A diario se trasladan un centenar de pasajeros entre niños, ancianos y madres de familia viviendo una verdadera pesadilla especialmente en el tramo de Llumpa en donde se tiene que atravesar a pie más de cinco kilómetros por zonas inhóspitas e inaccesibles. Esta travesía se hace entre pendientes, fangos y arbustos dejados por algún huayco. Lo peor es que tienen que cuidarse de la caída de piedras que en ocasiones sorprende a los asustados transeúntes.
Hasta el momento ninguna autoridad municipal de los doce distritos y provincias, peor aun el gobierno regional que preside César Álvarez Aguilar se han pronunciado elevando así la desesperación de la población y la desilusión de los transportistas que ven menguadas su economía familiar y laboral respectivamente.
Los pobladores claman por un intervención del gobierno central para atender de urgencia con maquinaria pesada y personal que alivie esta crisis. Asimismo, reclaman urgente la fiscalización a los municipios y al Gobierno Regional sobre cómo se invierte el abundante dinero que obtienen del Canon Minero y el presupuesto por concepto de emergencia que estos manejan.
Las carreteras del interior de Ancash muestran un total descuido; los conductores tienen que confiar en su destreza para poder lidiar con derrumbes, carreteras erosionadas en la plataforma y baches de todo los modelos que a cada paso se les presentan, esto causa un enorme deterioro en los vehículos que en cualquier momento colapsan, gracias a Dios, hasta el momento no se presentan desgracias de magnitud, aunque hace tres meses con las primeras lluvias se dio un accidente en donde murieron catorce escolares al caer la unidad móvil en el que viajaban justamente en esta travesía por Llumpa y los primeros incidentes de esta temporada ya se cuentan entre cortes y golpes por piedras en el lodo y las mismas dificultades que se tiene que franquear en estos lugares.
Será que tiene que morir más gente y en cantidad para atender una necesidad y dar seguridad a nuestra población, Mientras que nuestras autoridades pasan de reunión en reunión con jugosos viáticos y se dan la mejor vida, la población está sumida en esta crisis y en completo abandono.
Por: Juan Montero para PomabambaPeru.blogspot.com
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