sábado, 19 de abril de 2008

CANON MINERO: TENER SED, TENIENDO TANTA AGUA


Escribe: Pedro A. Flores Cueva


La historia de Pomabamba es una secuencia de realizaciones y de frustraciones. Es un pueblo de inmensas posibilidades y, también, de experiencias atávicas irremediables.

Cada época tiene sus signos y revelaciones. Unas de esplendor y la sensación de avances y cumplimientos con la promesa de la vida. Pero, también, hay momentos de postración, de apocamiento de ánimos y de fatiga recóndita.

Bien, ahora Pomabamba, vive una etapa de esperanzas a partir de su participación del canon minero. La explotación de Antamina ha generado un escenario cargado de expectativas. Desde mediados del 2006 el ingreso de la municipalidad provincial se ha incrementado de manera significativa.

El año pasado el Concejo Distrital ha percibido una renta de quince millones de nuevos soles. Por el canon 12`400,277, la diferencia está constituida por las transferencias del fondo de compensación municipal, ingresos propios y financieros.

Antes del canon, el municipio vegetaba con una renta mensual de ciento cincuenta mil. Llegaba al fin de año con un promedio de Un millón ochocientos mil.

Entonces, estamos ante un incremento de más del 700%. Ahora el Gobierno Local, de una entidad que vivía en la precariedad crónica y esterilizante, se ha convertido, no el nuevo rico, pero si con mejores posibilidades para encarar los desafíos locales.

El nuevo panorama promisor alcanza de manera significativa, también, a los distritos: Huayllan con S/. 4´142, 184, Parobamba S/.8´528,810 y Quinuabamba S/.3´407577.


MEJORAR LA CALIDAD DEL GASTO
Evidentemente la avalancha de ingresos ha tomado de sorpresa a las autoridades municipales. No estaban preparados ni técnica ni anímicamente para encarar los retos que plantea la organización de proyectos en función de prioridades y urgencias sociales. La tarea perentoria es optimizar la calidad del gasto. O sea, mejorar las condiciones de vida de la población, especialmente en el terreno de la infraestructura vial y combatir la desnutrición infantil.

Sin embargo, observamos en el paquete de proyectos presentados al Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) una gran parte es destinada a la construcción y mejoras de aulas escolares. Esta bien que se apoye, pero no puede usarse buena parte del presupuesto a una tarea que le compete de manera preferencial al Gobierno Central. En esa perspectiva muy pronto el municipio de Pomabamba se convertirá en un anexo del Ministerio de Educación.

En la relación de obras programadas y ejecutadas el 2007, hay un conjunto de de proyectos por más de 10 millones, de los cuales siete millones están concentrados en el medio urbano. Lo cual revela el carácter citadino de la inversión. Con la lógica de embellecer la ciudad, ¿cabe la peregrina idea de la construcción de los miradores de Cushuro y Huampocruz gastando más de S/.130 mil?

Por ningún lado encontramos un plan de mejoramiento y mucho menos la apertura de nuevas carreteras. Es fundamental la ejecución de estas obras. Porque une a los pueblos. Porque a partir de su articulación con el mercado provincial y regional, la economía de los distritos y caseríos se va a potenciar significativamente. La gente entra en la dinámica de la productividad y en la generación intensiva del empleo.

El tema del combate a la desnutrición infantil, brilla por su ausencia. El mejoramiento de la educación no solamente consiste en dotar de buena infraestructura, sino, requiere, especialmente en un medio plagado de carencias, alimentar a nuestros niños, para que tengan la capacidad de aprender y motivarlos para la conquista de un futuro digno.

En cuanto a electrificación, aparece una sola obra: la de Chogo, por S/.219, 100 soles. Es sabido que la electrificación de los pueblos, especialmente rurales, es un factor determinante para su desarrollo y modernidad. ¿Cómo se pretende generar empleo y mejorar la calidad de vida de nuestra gente? ¿Cómo se va ha revolucionar y colocar a los pueblos atrasados a un nivel de decoro y dignidad y ¿Como hablar de integración cuando a una gran parte de la población no les llega el servicio de luz, tan esencial para la convivencia y el progreso?

Es cierto, que los recursos del Gobierno Local no alcanzan para acometer esta gigante tarea. Para ello se requiere el concurso del Gobierno Regional y, fundamentalmente, del Ejecutivo. Sin embargo, es necesario desarrollar, desde el espacio municipal, la cruzada para diseñar una política de largo aliento que apunte a una electrificación integral de nuestros pueblos.


EL SILENCIO COMO ESTRATEGIA
Un aspecto que preocupa es el manejo de los fondos. Una de los riesgos que conlleva el incremento inesperado de los ingresos, es la carencia del sistema de control. Los mecanismos de vigilancia son muy vulnerables.

En el municipio de la Ciudad de los Cedros hay indicios que no garantizan el buen manejo de los fondos públicos.

El 10 de Agosto la Alcaldía expidió la Resolución Nº 140 – 2007- GPP/A donde se menciona en los considerados que hay atraso en las obras:” a fin de contener el malestar social inminente de diferentes sectores de la población pomabambina por la supuesta inacción de Gobiernos Provincial”

Lo que se pretende con esta resolución es evitar el tamiz de las adquisiciones y contrataciones. En criollo. Saltarse con la garrocha todo control en las compras y adjudicaciones.

Para lo cual se invoca “el malestar social inminente”. ¿Porque agitar el fantasma de la conmoción, la perturbación popular, si se tiene la convicción de estar trabajando con gran sacrificio? ¿De aquí a cuando, los municipios y las entidades publicas, fabrican “la emergencia social” para exonerarse de los controles y procedimientos que fija la Ley en materia de adquisiciones? Esto configura una operación totalmente ilegal y que se presta a un manejo no transparente de los recursos municipales.

Precisamente, cuando fui invitado para colaborar en la Revista del Municipio “Pomabamba – “Corazón de los Conchucos”. Aborde el tema de la administración de los fondos, en términos de previsión y alerta. No tenían el carácter de denunciatorios ni contenían grandes destapes. ¿Que hicieron con mi modesto artículo? Simplemente no la publicaron. El Consejo Directivo de la publicación, a cuya cabeza se encuentra el Alcalde Watson Cirilo Diestra lo vetó. Censuraron el texto porque hería el discreto encanto de las nuevas autoridades. Entonces que no se hagan tantas gárgaras con las palabras: Libre expresión, libertad de prensa, etc.

Este incidente, en lo personal, lo asumo como episódico, intrascendente. Al final, los que ejercemos el periodismo de manera independiente, sin pertenecer a ningún coro complaciente, estamos expuestos a estas contingencias.

Lo que me preocupa es la extremada sensibilidad que asume el alcalde y sus regidores. ¿De que se cuidan? Porque no informar a la ciudadanía de cada una de las acciones? El pueblo, soberano, fuente de todo poder, según reza la Constitución y es la quimera de nuestra democracia, esta pendiente de una respuesta sobre el uso adecuado, eficiente y transparente de los recursos municipales.

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